En esta edad contamos con un niño potente, energético y con capacidades de autoconstrucción, con la riqueza de la curiosidad, del asombro que lo lleva a preguntarse el porqué de cada cosa, en la plenitud de sus sentidos, original, creativo, con el deseo de aprender y de vivir. Un niño portador de valores, constructor de solidaridad, disponible a lo nuevo y lo distinto.
Recibimos y abrazamos a los niños como un primer encuentro con la organización escolar del Sistema Educativo.
Ofrecemos un espacio de subjetivación y de responsabilidad social.